24 ago 2010

Armentièroises...

"Un étranger qui vient vivre dans le Nord il brai deux fois. Quand il arrive et quand il repart..."

Hoy, casi un mes después de esa despedida, la de verdad, la que tanto nos ha marcado. Hoy siento como una losa de piedra a la espalda este tiempo sin ustedes. Ustedes, esos nombres y apellidos que tomaron caras en un aeropuerto abarrotado de familias, con la única compañía para mí de los pocos huérfanos de ese día. Pronto a esas caras se fueron sumando carácteres, reacciones, anécdotas; en fin, recuerdos que difícilmente podrán ser borrados.
Lejos de todo supimos encontrar un hogar, hacer esa ciudad, ese instituto, esa guagua nuestros.
Cientos de fotografías de monumentos, ciudades, rincones que no hubieran tenido sentido sin su compañía. Ése es el mayor tesoro que podría haber desenterrado, una amistad que la distancia no convertirá en olvido.
Este mes ha sido un mes de balances, de darme cuenta de que realmente les necesito, que no es solo una locura pasajera. Semanas de rutina que hacen recordar más de lo debido, sacar recuerdos frescos del baúl de la memoria, tan recorfontantes como dolorosos. La melancolía se hunde un poco más en mí como una daga cada vez que rebusco en el desván lleno de diapositivas de este viaje, proyectando risas sobre una pared desolada y vacía.


Sólo he sacado en claro una cosa, y es que nos volveremos a ver, como sea, donde sea y cuando sea.
Vous me manquez, armentièroises

Visitas

contador de visitas

Seguidores