4 oct 2010

Road to nowhere

Camino al vacío, a veces sueñas demasiado. Tanto que no te das cuenta que entre los juegos de Morfeo se acerca el destino al que todos vamos. Para qué mentir, de sueños se alimenta la esperanza, pero esa pobre ilusa no se da cuenta de que si los sueños se hicieran realidad, dejarían de serlo. Cuando se materializan, pierden lo poco de divino y lo mucho de perfecto que tenían en la mente, se convierten en algo banal y completamente distinto. La vida siempre juega esos reveses, capaces de noquear a cualquiera, hundirlo en un mar frío y cortante.
Y aquí estoy yo, sumergido en ese mar, con heridas nuevamente abiertas y sangrando desilusiones. Quién le dice a la esperanza que no sueñe si cada segundo que pasa el suelo se resquebraja bajo ella, las aguas heladas tiran y pretenden sepultarla. Sólo sé que tarde o temprano, alguien aparecerá y vencerá el frío, tenderá un puente al cielo desde donde me convertiré en Ícaro, caeré por volver a las alturas.


Esa vez será la definitiva, quizás.

Escuchando: Road to Nowhere - Bullet For My Valentine

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