2 abr 2010

Tempus fugit

El tiempo vuela, como las nubes, como las olas, como las sombras.
Últimamente siento que los días se condensan. Meses que parecen días, semanas que parecen horas. El tren se me escapa y no llego a tiempo. Necesito parar, relajarme, olvidarme de todo y centrarme en la nada. Me siento perdido, rodeado de gente pero solo. Busco un refugio, un lugar donde meditar, sopesar los segundos que pasan, aprovechar los segundos que restan.


El tiempo pasa, no puedo pararlo. Ojalá pudiera detener el tiempo. Ojalá pudiera hacer que mis horas parecieran años. Mejor aún, ojalá pudiera aprovechar esos años para vivir, para hacer lo que quiera, sin ataduras, sin obligaciones. Sentirme libre, ver que mis días pasan y estar orgulloso de ello.
En el fondo... hasta yo me sorprendo por estos pensamientos. Poco a poco, me doy cuenta de que mis abuelos tenían razón... "Aprovecha el tiempo, porque verás que cada vez pasará más rápido", decían. Pensaba en lo que había sido mi vida, me parecía eterna. Ahora les comprendo, y lucho desesperadamente por hacerles caso.
Estos últimos meses han pasado como una gran tormenta de arena... violentos, llenos de cambios; pero sin embargo, vacíos. Pero ahora no puedo mirar atrás, debo seguir sin miedo. Saltar obstáculos, superar escollos, no detenerme.
Supongo que a estas alturas comprendo esa lucha por la inmortalidad. La comprendo y deseo unirme a ella. Vivir sin preocupación por que el tiempo pase mientras vivo.
Sé que es imposible, pero todo el mundo tiene un sueño que sabe que nunca podrá realizar. De todas maneras, lucharé por cumplirlo.
Helena me ayudará, y con ella, nada es imposible.

Escuchando: My inmortal - Evanescence

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