"Sé que te voy a echar de menos, aunque seas humana"

Me quedo sin habla, no estaba preparada para oír eso de él. No sé si es el momento adecuado, no sé siquiera si vale la pena hacerlo, pero tengo que decírselo... tengo que decirle lo que siento ahora, porque no habrá ninguna otra ocasión... nunca más. Y aunque a él no le importe, aunque no sirva de nada, necesito hacerlo... antes de desaparecer para siempre.
"Pero yo... pero tú... tú sabes que yo..."
No soy capaz de seguir. Sin embargo él parece entender porque alza la mano, una mano que parece hecha de la más oscura tiniebla, y acaricia con ella mi rostro haciéndome callar por un instante.
"Lo sé, y lo acepto. Lo sé y lo comparto... en cierto modo. No de la misma manera que tú, claro, porque somos diferentes. Pero lo comparto y por eso quiero desearte un buen viaje y hacerte una promesa. Y ten por seguro que la cumpliré."
"¿De qué se trata? ¿De qué se trata? ¡Angelo!", grito sin obtener respuesta.
Y solo cuando nos soltamos por fin, y mi mano se desliza fuera de la suya...solo cuando le doy la espalda, cuando estoy a punto de irme, resuena su promesa en lo más profundo de mi mente y de su corazón.
"Te esperaré"